A mi alrededor solo había GIGANTES que hacían tonterías y me estrujaban entre sus brazos. Pero entonces, entre todos aquellos enormes grandullones, escuché unos pasitos. Eran temerosos y pertenecían a los únicos pies parecidos a los míos. Eran de alguien chiquitito como yo. Sus manitas -También un poco más grandes que las mías- agarraron mi cuna y esa personita se alzó sobre sus puntillas. Solo pude ver parte de su cabeza. Unos ojos me miraban con atención tras unas gafas grandotas. ¡Qué gracia! ¡Llevaba un parche de pirata!
Cogió el chupete que reposaba sobre mi barriga y me lo metió en la boca. Qué raro, pero si no lloraba. ¿Por qué? ¡Aah, ya! Porque sabía que mi chupete hacía que dejase de llorar.
- ¡Qué chiquitita es! -Exclamó mi hermana mayor. Vaya, siempre sería la más pequeña a la que cuidar. Pero el mundo no da tanto miedo si no estás solo.

Que tierno Jackey, que tierno ^^
ResponderEliminarAunque ya no eres tan chiquitita sigo adorando estar a tu lado para hacerte ver que no estás sola en el mundo y que nunca lo estarás. Y es que a pesar de los años sigues siendo mi gran debilidad, y también mi mayor alegría.
ResponderEliminarPorque aquel 15 de mayo hubo un flechazo, pero no de esos de "estoy enamorado de ti", sino de los de "te quiero" (por siempre, siempre, siempre jamás)
Te adoro, J. Lo sabes, ¿verdad? :)
Qué bonito :)
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara el tráiler, Jackey :)
Me recuerda un poco a mi hermano. Yo también le metía siempre el chupete en la boca :)
ResponderEliminar¡Te sigo!
Dios, qué tierno *__*
ResponderEliminarDios mío...cuanta ternura...escribes superbien!
ResponderEliminarme paso, te sigoo y te espero por el mío:
http://lovingmeghannebynes.blogspot.com/